Todos los mundos de Sophie eran eternos, los que ella creaba con su imaginación. Sophie era una diosa o un dios, es igual, porque Sophie no tiene sexo femenino ni masculino. Sophie es una niña, cierto, pero solo para los que contemplan las imágenes en los templos, porque ella en realidad es incorpórea y también puede tomar muchas formas a placer. Los mundos de Sophie son infantiles, con caballitos de mar que se balancean y sirenas de cuento que le cantan antes de dormir. Pues bien, ella crea y no deja de crear. Ella creó la Tierra y ahora esta descontenta y piensa en pegarle una patada y mandarla a la estratosfera, porque esta llena de mentira y guerras; pero también está llena de tantas cosas buenas que Sophie se dedica todo el día a arreglar todo lo que puede aquí y allá insuflando buenos sentimientos en los corazones.
Creó Mendralia, Caputo y Alhámbara y un montón de mundos paralelos, algunos más en paz que otros pero todos eternos, incluso en la Tierra perviven las almas que pasan a un estado gaseoso y llegan a la habitación de la diosa, donde antes de reencarnar pueden olvidar y dormir con el canto de las sirenas.
Otrso dioses han creado otros mundos y planetas, aunque todos coinciden en que Sophie crea mundos con una facilidad pasmosa y la mayoría viven en paz, no como los suyos, en continua guerra, ¿será porque escogió ser niña, se preguntan? ¿Será porque puede cambiar de forma, o porque está emparentada con un dios superior?
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